martes, 27 de mayo de 2014

Efecto terapéutico de un abrazo sobre el cuerpo y la mente


El Abrazo es la primera forma de medicina y protección que se inventó en el mundo. Un bebé de cualquier especie se aliviará de todos sus miedos, dudas, frío, nerviosismo. Igualmente, todo adulto se sentirá reconfortado, acompañado, unido, aliviado, con un abrazo sincero.
Un abrazo diario eleva nuestra estima, mejora el sistema inmunológico, nos une. Dos abrazos multiplican el efecto. Tres abrazos tiene un poder sanador, anti estrés, protector.
Los abrazos nos alivian el dolor cuando perdemos a un ser querido o estamos en desgracia, teniendo un gran efecto en la unión familiar, en el estar siempre en el terruño, en los brazos maternos, en volver a nuestras raíces naturales de humanidad. Calman la ansiedad, la depresión, los dolores en general.
La prisa, la vorágine de la vida ya están haciendo olvidar los abrazos, quedando tan solo para los aniversarios, ascensos, ocasiones especiales y no como algo natural, inclusive hasta se mal interpreta. El abrazo es una medicina que todos tenemos a nuestro fácil alcance y cada vez está escaseando más, es como tener el mejor aire, con el mayor oxígeno y no deseamos respirar.
La razón es que un abrazo sincero produce una hormona llamada “oxitocina”,  también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia tiene muchos beneficios para nuestra salud física y mental, que nos ayuda, entre otras cosas, a relajarnos, a sentirnos seguros y a calmar nuestros temores y la ansiedad.
Este maravilloso tranquilizante se ofrece de forma gratuita cada vez que tomamos a una persona en nuestros brazos, que acunamos a un niño, que acariciamos un perro o un gato, que bailamos con nuestro compañero/a que se mantiene muy cerca o alguien que simplemente pone sus manos sobre los hombros de un amigo/a.
Hoy en día, tener a alguien en nuestros brazos durante 20 segundos, es el regalo que usted puede hacerse y hacer a los demás.
Es realmente insospechado todo lo que podemos curar con los abrazos, desde un simple perdón hasta un cáncer. Al abrazar sinceramente podemos equilibrar nuestras energías y desplazar la negatividad de ambas personas o de todas las que participen en el abrazo. Si sumamos 1 + 1 matemáticamente el resultado será 2. Si dos personas se abrazan, el resultado será hasta donde se quiera llegar, ya no son 2, sino una suma de energía universal que potenciará la sinceridad, amor, amistad, sanación. Por supuesto, un abrazo con cariño, con entrega, con Divinidad.

El abrazo lleva consuelo, combate la depresión, levanta el ánimo, mejora el sistema inmunológico, aumenta la autoestima. Pero, a su vez, puede tener efectos contrarios si se consiente demasiado, si se da demasiado a alguien, los abrazos, son de compartir y no sólo de dar. Son de ayudar, no de llevar la carga del otro. Entonces, debe lograrse en el otro lado que se levante, que ponga de su parte, mas no que desee que permanente se le lleve a cuestas. Si se consigue este efecto, la abrazoterapia dará mejores resultados.
Los abrazos pueden ser inmensos como los del oso, con todo el cuerpo como entrelazándose, con contacto de mejillas y besos en mejillas, frente, cráneo o boca, no simplemente un beso, sino con abrazo. Podrá sentirse inclusive los latidos del corazón de la otra persona y unirlos al nuestro.
Igualmente, pueden ser abrazos de costado al caminar, al ver televisión, al mirar una puesta del sol, no de apariencia, sino de sentirse bien con la pareja, hijos, padres, amigos.
Pueden ser abrazos de mas de dos personas, inspirando la unión, fraternidad, cadenas fraternales. Es decir, no hay límites para el abrazo, el límite somos nosotros mismos.
No se necesita ir a algún lugar especial para abrazar, ni tiene costo alguno.
Una vez que se da el abrazo, no juzgar, no prejuiciarse. Debe darse con toda la entrega. Es como lanzarse al vacío, sin miedos, no debe existir la vuelta hacia atrás.
No intente resolver los problemas del otro, sólo de su abrazo, la energía hará el resto. La abrazoterapia no es para que Usted se llene de los problemas de los demás, es como llevarle medicina a alguien que esté con gripe, no tiene porque contagiarse para ayudarlo.
Haremos un mundo mejor con otro granito de arena como es la abrazoterapia.

 “Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más”. Gabriel García Márquez

Fuentes consultadas en  Internet
Ecosalud

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